Desde hace un tiempo se está trabajando en la recuperación de estos senderos con el objeto de crear una vía de comunicación que actúe como un eje vertebrador del territorio para los habitantes del valle, así como un activo que permita un turismo más sostenible y respetuosa con el medio.
El camino del Ésera, con una longitud de 35 km, discurre aguas abajo desde el llano de La Besurta (lo que podría considerarse el inicio del río Ésera), hasta la localidad de El Run, justo al inicio del Congosto de Ventamillo, uniendo en su recorrido diferentes pueblos del Valle de Benasque.
El tramo entre la Besurta y el puente de San Jaime discurre mayoritariamente por el interior del Parque natural Posets Maladeta y nos llevará por lugares que, pese a su relativa accesibilidad, no son habitualmente transitados. Desde La Besurta el camino se dirige a la zona del vado del Hospital y de allí hacia el cruce con la carretera A-139, donde aproximadamente a la mitad encontraremos una pista que nos dirigirá a los Baños de Benasque. Una vez llegamos a este emblemático e histórico edificio, actualmente en desuso, tomamos la carretera que baja al Plan del Turpí, donde cogeremos el camino viejo de Benasque que no dejaremos hasta el Plan de Senarta. En este punto se enlaza, hacia el sur, con el GR11 que nos llevará al puente de San Jaime. Continuaremos por el margen izquierdo del río hasta la Central de Ruda, punto donde se puede cruzar el río para acceder a la población de Benasque por el camino de Les Someres o continuar por el mismo margen*.
¡Atención! Con el objeto de mejorar y compatibilizar los diferentes usos de los caminos, se recomienda no hacer uso del camino de Les Someres en bicicleta y utilizar, para este tramo, el margen izquierdo del río Ésera.
Cruzamos y disfrutamos del pueblo de Benasque y observamos que a su entrada por el sur, antes de cruzar el puente del río Ésera que da acceso al pueblo, se inicia el camino que lleva hacia el pueblo de Anciles. Traspasado este precioso pueblo, con las casas señoriales y el aire medieval que lo caracteriza, por la calle Mayor, se continuará por un sendero enmarcado por muros de piedra seca – algo muy habitual a lo largo del camino a partir de este punto – en el que cogeremos el desvío a la derecha que nos llevará a Linsoles y al puente que nos permitirá cruzar al pueblo de Eriste.
Si queremos seguir por el Camino del Ésera hacia el sur, tomaremos el camino que bordea el lago de Eriste y que permite, en verano, disfruta de un relajado paseo en piragua. Al final de este precioso paseo el camino se bifurca (se volverá a unir más adelante), pudiendo coger la variante que da acceso al pueblo de Sahún o continuando por el margen izquierdo del río.
Variante directa Sesué. La opción del margen izquierdo del río nos llevará por un camino, casi encantado, que transcurrirá por un bosque de robles, fresnos, abedules y boj desde donde se oirá el río Ésera acompañando nuestros pasos. Seguiremos este camino hasta llegar al cruce de la carretera del Solano, que cogeremos hacia arriba durante unos pocos metros hasta ver el desvío, a la derecha, que marca de nuevo el camino hacia Castejón de Sos. Continuaremos por él hasta llegar a la carretera vieja del valle, donde posiblemente encontraremos escaladores haciendo las vías de escalada del sector Arnaldet y seguiremos, sin desviarnos, por el camino asfaltado que accede al precioso pueblo de Sesué.
Variante Sahún. La elección de la variante de Sahún nos llevará a cruzar la carretera A-139 para acceder al monasterio de Guayente, cuyo origen se remonta al año 1.070 y donde, según la leyenda, se apareció la Virgen al caballero Hernando de Azcón. Una vez en este monasterio, seguiremos el camino que nos lleva a Sahún y que permite visitar este maravilloso pueblo. Callejeando por el pueblo hacia la carretera principal, cogeremos el sendero a la derecha de una granja blanca hasta la carretera vieja del valle de Benasque, que seguiremos – cruzando una vez la carretera principal – y que dejaremos justo después del puente viejo para coger un sendero que nos llevará hasta la rama del Camino del Ésera del margen izquierdo del río (el cruce se encuentra, aproximadamente, entre la carretera del Solano y el sector de escalada de la carretera vieja).
El Camino del Ésera permite el acceso al pueblo de Villanova por el sur, cruzando el puente sobre este río en la parte baja de Sesué y la carretera A-139. Este acceso nos lleva a la parte nueva del pueblo, desde donde accederemos fácilmente a la parte antigua para disfrutar de sus dos iglesias románicas y sus antiguas casas señoriales. Podremos acceder también, o hacer una travesía circular, por la parte norte del pueblo, cruzando el puente sobre el río Ésera que hay al norte de Sesué, siguiendo unos metros al lado de la carretera A-139 y cruzándola para coger el camino empedrado y con muros de piedra seca que accede a la parte antigua del pueblo.
Saliendo de Sesué por el sur, en el punto donde se cruza la carretera que va a Sos – pequeño núcleo del municipio de Sesué – y el puente que permite acceder a la carretera A-139 y al pueblo de Villanova, seguimos recto por el margen izquierdo del río. Este tramo, menos cerrado por el bosque que el tramo desde el lago de Eriste hasta Sesué, pasa al lado de la pequeña central eléctrica de Sesué, lo que nos permite hacernos una idea de la importancia que han tenido siempre los recursos hidráulicos en el valle de Benasque. Una vez pasada la central y dejado atrás el ruido de las turbinas, seguimos por el sendero hasta el pueblo de Castejón de Sos, que se transforma, antes de llegar al pueblo, en un amplio y cómodo camino.
Pasado Castejón de Sos, paraíso de parapentistas, cogeremos el suave camino que lleva hacia El Run hasta el final de éste, la fuente de El Run.
La fuente de los siete caños de donde mana abundante agua da frescor al ambiente y numerosos vecinos y turistas se acercan a coger agua, de la que se dice tiene grandes propiedades.
Desde allí se puede dar un agradable paseo hasta la ermita de la Virgen de Gracia, a 10 minutos andando, tomando el camino marcado a la izquierda de la fuente y que nos conduce a esta pequeña joya de la arquitectura de estilo románico-lombardo.