Caminando por los senderos del Valle de Benasque se descubre un territorio singular con espacios vírgenes de una belleza cautivadora y pueblos y bordas de larga historia. Senderos familiares de escasa dificultad pero también rutas para los deportistas en búsqueda de desafíos que llevan a torrentes, a cascadas que nacen del deshielo o a ibones a los pies de las cumbres más altas. Toda una red de senderos, marcados de rojo y blanco los de gran recorrido (GR), de amarillo y blanco los de pequeño recorrido (PR) o con otro tipos de marcas los senderos municipales, sirven para este propósito. Sirven a la misma finalidad los refugios del Valle, esos espacios donde el tiempo se para y se puede encontrar la hospitalidad y el conocimiento que permite disfrutar de un descanso en el camino.