El Valle de Benasque no es únicamente una unidad territorial, si no que tiene unos rasgos culturales y sociales que le confieren una identidad propia. A lo largo de los siglos se ha configurado un riquísimo patrimonio cultural inmaterial que se manifiesta en fiestas populares, como las fallas que forman parte de las Fiestas del solsticio de verano, en festividades de ciclo anual, en los bailes populares, juegos tradicionales, canciones, cuentos y leyendas.
También le confiere una personalidad única la lengua que todavía utilizan los mayores de los pueblos, el patués.