Ese día, la estación de esquí se inauguró con la puesta en marcha de los telesillas de Pllan d'Estan y Robellóns, y los telesquís Cogulla y Farnuserals.

Fue la materialización de un proyecto que se gestó en la década de los ´60 con la declaración de Cerler como Centro de Interés Turístico Nacional (1966), y la construcción de la carretera que conectaba Benasque y Cerler (1967).

Una primera década, la de los ´70, en la que se construyeron los primeros hoteles en Cerler y la estación amplió su dominio al vecino Valle de Ampriu. Esta ampliación se dio gracias a la construcción de un nuevo remonte y más kilómetros esquiables (1976 inauguración del telesquí Gallinero). Además, de la construcción de la carretera que unía Cerler con el Llano del Ampriu (1977).

En la década de los ´80 son los propios habitantes del valle, tanto ayuntamientos como particulares, los que, no sin esfuerzo, toman las riendas de la estación para continuar con su crecimiento y posicionamiento como uno de los mejores destinos del Pirineo.

En los primeros años de la década de los ´90 se estrena el sistema de innivación artificial (1991), y el primer telesilla desembragable que alcanzara la ya mítica cota de Gallinero (1992). Al final de esta década, se comenzó a renovar las antiguas instalaciones con modernos telesillas (1997 inauguración del telesilla El Molino), y la puesta en marcha de la primera página web (1999).

La entrada en el nuevo milenio vino marcada por la integración en el recién creado Grupo Aramón (2002), lo que permitió dar un nuevo impulso a nuestra querida estación de Cerler, continuando de forma ininterrumpida con las mejoras hasta el día de hoy.

Cerler fue y es el sueño y la ilusión de muchas personas, habitantes del valle y esquiadores, habituales o primerizos. Un sueño que no para de apostar por mejorar la experiencia para sus visitantes, y también un futuro para los habitantes del entorno. Y prueba de ello es, que en este año 2021 en el que celebramos el 50 aniversario de Cerler, la estación inicia la ampliación hacia el vecino valle de Castanesa, lo que proporcionará a este territorio un atractivo turístico compatible con la ganadería.